domingo, 19 de octubre de 2008

Amor a la vuelta de la esquina, en Roland(o) Garrós

Las cosas que uno se encuentra usando el transporte público. Resulta que regresando a Lagunópolis, me bajé del Metro Pantitlán de la siempre incorrupta Ciudad Garnacha y caminando unas 5 cuadras llego directititito hasta la brandly-new T2.
El purrún es justamente que esas cuadritas son las mas infames por las que he andado en toda Ciudad Garnacha -que ya es mucho decir-. Se me prende el foquito rojo cerebral de ALERTA-ALERTA-ALERTA; y es que rompe con todas las reglas de seguridad; hay madrales de gente en Pantitlán, pero apenas sales, esta solo, hay muchas calles vacías y sobretodo recovecos sospechosones que hay que evitar, por eso de los jaloneos y asaltos.
Claro, y mientras tanto sigue el foquito de ALERTA-ALERTA parpadeando intermitentemente en mi cerebro.
De repente una distracción cerebral: ¿El amor en la vuelta de la esquina?, sí, y qué esquina, justo en Roland(o) Garrós.



foto 1: Rue Roland Garros, cerca del Metro Pantitlán. Tan glamorosa y chic como el evento homónimo parisino. Ojo con la manta, justo al lado izquierdo de la primera "R" del anuncio de la "cerrajería".


Foto 2: el susodicho anuncio -para todos aquellos broken-hearts, lonely-hearts, uggly-bettys, sex-maniacs y demás curiosos-, Ay amooor, ¿Cuándo dejarás de ser amor?

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