5.- El vivir con el-Jesús-en-la-boca

Y no es que coma crucifijos, o niños-de-nacimiento-decembrino sabor heno y gobernadora.

Simplemente que me he pasado medio año sin placas en el coche (mea culpa-mea culpa-mea culpa)… y bueno, mis niveles de estrés altísimos cada que veía a un tamarindo.
Me escondía disque haciendome chiquito en el asiento; hasta dirijía la vista al lado contrario como si eso impidiera la calamidad inminente... exagero con eso de inminente; al dia de hoy sigo tan impune como Echeverría.



Pudiera parecer malo ¿No?



Pues no; me evita arriesgarme la vida en deportes extremos; con los niveles de adrenalina que segrego cada vez que paso cerca de los tránsitos;
y es que sobra decir que lo que les sobra de carnes les sobra de amor a la justicia.

4.- La torre y los arquitos

¿Quién no extrañaría una Torre Eiffel -versión tolvanera- y unos arquitos que escurren agua cafecita?

Y es que todos en la Rive Gauche nos sentimos tan identificados con nuestros monumentos...

Todo mundo prefiere la Torre Eiffel; a mí me gustan más los arquitos, regalo del Atatürk local, el Pater Patria, el-mero-mero, Don Ca...cique, el señor del buen gusto en azulejería residencial (el señor matanza, como dice Manu Chao).*



*Si no posteo en el futuro, seguramente el servicio secreto de Lagunópolis ya me agarró. Y es que el bienestar tiene su precio, aunque tenemos niveles primermundistas de vida, hay cosas que no se pueden decir todavía.

3.- La variedad de comida sana

Y es que nadie come tan sano como aquí en Lagunópolis.

Ps.- esta foto casi me cuesta el celular... que llegó el poli de Soriana a decirme que no se podía sacar fotos.

ZAZ

Afortunadamente me sale muy bien hacerme güey (a veces se me pasa)...

2.- Transportes 0 emisiones

En Texas abundan los hummers, escalades, navigators y demás monstruos quema gasolina –asesinos de osos polares, pingüinos, focas y gatos-bonsai-, los conduce un solo tipín, con todo y sus obligadísimas calcas de “God save our troops” / "I'm voting republican / "I choose life".

Afortunadamente Lagunópolis ya es territorio verde; abundan los coches cero emisiones, de poco caballaje de potencia; y lo mejor, con forma vintage, muy en la onda virreinal –como novela de época de Carla Estrada-. Hechos de materiales reciclados de pe a pa.

¿Cuándo aprenderán los demás de nuestro ejemplo?

Chéquense el espacio interior, la sensación de libertad al manejar, los super amortiguadores capaces de aguantar los baches, y sobre todo el burro cero emisiones.

1.- La O de RebollO

Hay emoticon, screensaver, versión para tatuaje y para depilaçao brasileira (como la de Chikapop). Está en el cerro, en las facturas municipales, en los anuncios de la calle, en las calcas de los coches; los narcOs la usan de dije en oro florentino.

La esposa del alcalde recién se tatuó el slogan municipal –VamOs bien- , justo debajo de su ombligo y por encima de su flOr de primera dama municipal.

Y mientras consuma su amor la pareja presidencial, ella exclamará en voz apenas audible:
O, O, O…….. O (nunca más el impersonal y odioso Oh, oh, oh, ohhhh)

¿Cómo no extrañarte, cómo no quererte, O naranja?

Lo que voy a extrañar

Quería compartirles todas esas cosas que voy a extrañar de Lagunópolis; aunque ya segurito están pensando: Si, bueno, va a escribir que le faltará el clima mediterráneo tan bonito, la carne de vaca sangrante y jugosa tan buena, los paseos al atardecer en el Malecón “Lety Herrera” y todas esas cosas tan trilladas y repetidas , como el za- za-za-yakuza- yakuzaaaa* .

Justamente, no.

En los siguientes posts:

El top de cosas a extrañar de un lagunopolitano de la Rive Gauche en el exilio.



*Mientras escribía esto pensé que segurito, cuando muera el Oscar Lobo y esté en el infierno, le van a hacer un nuevo círculo, junto a las ketchup, los Del Rio, y a Denisse de Kalafe; y los diablillos colorados y picarones tocarán y cantarán una mezcla entre señora-señora y macarena al ritmo del za-za-za y con coreografía aserejezca, por los siglos de los siglos: las cabezas de los cantantes estallarán de la desesperación y dolor de seguir escuchando eternamente sus éxitos en la vida eterna, y volverán a formarse repitiendo este castigo por siempre, hasta la segunda venida del Verbo.
Claro, esto para punir el dolor que nos causaron en tierra con sus canciones.

Anuncio Importante

Fuera de las tonterias y estupideces que normalmente posteo (aquí, que para eso es), quisiera anunciarles, a quienes lo saben y a quienes no, que me voy de Lagunópolis.


Sí, esto porque me salió una oportunidad en Roma (Roma-Italia-Europa, donde vive El Papa, Berlusconi y la Cicciolina; que luego hay confusiones con municipios michoacanos). Así que me lanzo por allá, más movido por el sentido común que por la conciencia -no se donde anda la imbécil, en los momentos que más la necesito nomas abre la puerta y se va solita; y claro, en pachanga es la primeritita que esta en la fila del buffet-.


Anyway, el punto es el que quería hacer pública la noticia a poco tiempo de irme. Y bueno, habrán de imaginarse, estoy con mil cosas en la cabeza...

Ahora una menos, ya lo hice público.

Por cierto, proximamente aqui la reseña EN-TE-RI-TA de la historia... desde el vuelo hasta los detalles íntimos de mis futuros romys/colocs, si cuelgan los calzones en la regadera (como siempre señoritas...) o si guardan por ahi juguetillos picarones debajo del colchón (que ya me paso 1 vez, no pregunten detalles).

Así que espero esten al tanto. *

Amor a la vuelta de la esquina, en Roland(o) Garrós

Las cosas que uno se encuentra usando el transporte público. Resulta que regresando a Lagunópolis, me bajé del Metro Pantitlán de la siempre incorrupta Ciudad Garnacha y caminando unas 5 cuadras llego directititito hasta la brandly-new T2.
El purrún es justamente que esas cuadritas son las mas infames por las que he andado en toda Ciudad Garnacha -que ya es mucho decir-. Se me prende el foquito rojo cerebral de ALERTA-ALERTA-ALERTA; y es que rompe con todas las reglas de seguridad; hay madrales de gente en Pantitlán, pero apenas sales, esta solo, hay muchas calles vacías y sobretodo recovecos sospechosones que hay que evitar, por eso de los jaloneos y asaltos.
Claro, y mientras tanto sigue el foquito de ALERTA-ALERTA parpadeando intermitentemente en mi cerebro.
De repente una distracción cerebral: ¿El amor en la vuelta de la esquina?, sí, y qué esquina, justo en Roland(o) Garrós.

foto 1: Rue Roland Garros, cerca del Metro Pantitlán. Tan glamorosa y chic como el evento homónimo parisino. Ojo con la manta, justo al lado izquierdo de la primera "R" del anuncio de la "cerrajería".

Foto 2: el susodicho anuncio -para todos aquellos broken-hearts, lonely-hearts, uggly-bettys, sex-maniacs y demás curiosos-, Ay amooor, ¿Cuándo dejarás de ser amor?

En barranquilla se "piensa" así

Flickreando, buscaba imágenes de Barranquilla; pensaba encontrarme obvias referencias shakirescas, NUNCA, NUN-CA, N U N C A un anuncio del centro Anael.

Jaja, ademas que pex con el nombrecito ese de Ana(e)l.

Afortunadamente ahí estan para enseñarnos el camino del "sexo sabio".

(derechos de foto, Sangroncito, http://www.flickr.com/photos/sangroncito/157325734/)