sábado, 4 de diciembre de 2010

Como una camiseta de algodòn

Caminamos junto al Viminale, bajando hacia Via Nazionale. Movìa sus manos, abrìa sus ojos (los abrìa màs que de costumbre).
Me gusta estar con ella. Me gusta escucharla mientras caminamos, me gusta ver las caras que hacen los otros transeùntes mientras le pasan de cerca y la escuchan, con ese tono de voz alto, sus cien palabras por segundo y esa intensidad que se concentra en el brillo de sus enormes (y bonitos) ojos de àmbar.

- Eh? No creo lo que me dices! Porquè estar con un tipo tan difìcil, divorciado con hija, y ademàs mayor? X ya no està para esas cosas - me decìa casi gritando, pero sin gritar; asì como solo sabe hacer ella. Al cabo de unos segundos de silencio, me dejò pasmado con lo que anadiò.

- Yo ya no estoy para eso! No Luis! yo busco a alguien simple y sin complicaciones; como una camiseta de algodòn. Que no haya problema si la lavas, la doblas, la estiras o la ensucias!!!
Yo ya no estoy para tipos complicados. Que si no sè lo que quiero; que si no sè si lo que quiero eres tu; que si antes pensaba que sabia, que si las cosas son complicadas para mì; que si te quiero pero tienes que aceptarme con todas mis cosas. Luis! a nuestra edad! No, something simple, just like this!
Para què quieres mas problemas?? una camiseta de algodòn que solo haya que lavar y ponerse. Y basta!

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