Simplemente que me he pasado medio año sin placas en el coche (mea culpa-mea culpa-mea culpa)… y bueno, mis niveles de estrés altísimos cada que veía a un tamarindo.
Me escondía disque haciendome chiquito en el asiento; hasta dirijía la vista al lado contrario como si eso impidiera la calamidad inminente... exagero con eso de inminente; al dia de hoy sigo tan impune como Echeverría.
Pudiera parecer malo ¿No?
Pues no; me evita arriesgarme la vida en deportes extremos; con los niveles de adrenalina que segrego cada vez que paso cerca de los tránsitos;
y es que sobra decir que lo que les sobra de carnes les sobra de amor a la justicia.
